El propósito de este trabajo es indagar cómo en Madame Bovary, novela realista de mediados del siglo XIX, Flaubert plantea los atisbos de la novela moderna poniendo en cuestión el anclaje espacio-temporal.
Esta novela narra la vida de Charles Bovary, un médico de origen pequeño burgués y rural que se casa con la hija de uno de sus pacientes: Emma.
Pronto asisten a una fiesta de la alta sociedad en donde Emma puede comparar ese estilo de vida que siempre había querido con el que tiene. Su vida comienza a hundirse en la monotonía del matrimonio y las desilusiones de la vida cotidiana, Emma se desencanta y cae enferma. Así migran a Yonville, que pronto se vuelve tan monótono y aburrido como Tostes el antiguo pueblo.
Entre el adulterio, la tristeza, sus viajes para visitar a sus amantes: Rodolphe en un primer momento y luego León, sus momentos de pasión, las cartas, los intentos de fugarse de su casa y de su hija, el intento de suicidio cuando Rodolphe la abandona, Emma comienza a gastar dinero desmesuradamente en lujos.
Mientras los objetos se espiritualizan y animan, se acentúa la materialización de los hombres, “la descripción, al ceñirse a sus rasgos exteriores, hace de ellos una forma física, una presencia quieta y muda, cosas." Emma está completamente desesperada y constantemente enferma, débil, pero esta desesperación no ha sido causada por una catástrofe determinada, por algo concreto.
Si bien hay muchas cosas que desea como el amor, la elegancia, se trata de una desesperación vaga.
Finalmente Emma se suicida con arsénico, Charles descubre las cartas de sus amantes y muere él también.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)