La Práctica Teatral considerada como unidad discursiva está compuesta por diferentes estructuras textuales y reglas discursivas. Desde el punto de vista de la significación, tanto las reglas discursivas como las estructuras, están asociadas a la memoria colectiva. El uso de la memoria colectiva activa diversas reminiscencias, que a modo de recuerdos activan los diferentes sentidos. Una de estas estructuras conceptuales es la Representación, que como entidad discursiva, tiene varias acepciones. A lo largo de la Historia del Teatro el concepto de representación ha marcado formas de entender, analizar y construir el hecho teatral. Estas variantes conceptuales han acentuado reglas discursivas en el continuo histórico, ya que “en distintas épocas históricas se ve de distintas maneras y se dicen diferentes cosas ante referentes que en sí mismos, permanecen iguales.” Dichas reglas han estratificado al hecho teatral bajo una sola mirada, imposibilitando romper la cadena realidad-referencia-representación, dando como resultado una construcción formal de la practica teatral que la acerca más al naturalismo que a la construcción imaginaria del mundo fenomenológico. El concepto de representación en tanto materia expresiva, dentro del discurso teatral, esta ligada más a los signos “plásticos”. Es por esto que asociar el concepto de representación a una serie de objetos imaginarios ayudaría a definir una idea de representación teatral.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)