Compuesto en 1524 y probablemente corregido en 1527, antes de su publicación en Venecia alrededor de 1528, el Retrato de la Lozana andaluza resurge a la luz de nuevas lecturas en 1845, cuando el hispanista Ferdinand Wolf, dedicado a obras de la corriente celestinesca, encuentra en la Biblioteca Imperial de Viena el único ejemplar hallado hasta el momento. La noticia de su autor debió esperar hasta 1857 a ser descubierta por Pascual de Gayangos en la Introducción del tercer libro del Primaleón, del que Francisco Delicado había sido editor.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)