La figura de Pero Niño en la historia –y en la ficción especialmente– aparece incuestionable, no controvertida, legitimando un linaje ‘abaxado’. Games insiste en las cualidades de su señor, específicamente orientadas a delinear un héroe invicto. En una frase emblemática: “Ni Ponpeo supo vençer, ni Julio Çesar fue vençido” cifra y resuelve el embarras du choix del sujeto biografiado. Pero Niño no es un perdant (Jardin, 2002), como aparecen los héroes biografiados en el siglo XV, jamás ha sido vencido y su nombre ‘Victorial’, proviene de esa firme seguridad que conjuga la fama mundana y la virtus cristiana, operación cristalizada en el “milagro de la palma”.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)