En Verdad y Método, Gadamer desarrolla los fundamentos para una teoría de la experiencia hermenéutica y sostiene que interpretar una obra supone una relación dialéctica entre el horizonte pasado del texto y el horizonte actual del lector. En el marco de ese diálogo, la comunicación se establece a partir de las preguntas que se le puedan formular a la obra desde nuestro punto de vista parcial, ubicado en el presente. Cuando el horizonte de prejuicios y significados históricos del lector se fusiona con el horizonte al que pertenece el texto, se produce una doble apropiación: el sujeto comprende una obra que, a su vez, lo ayuda a comprenderse mejor a sí mismo.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)