El marco teórico que nos sustenta está integrado por la teoría de la mente extendida, el interaccionismo vygotskyano y la propuesta relacional del comportamiento tanto desde la epistemología y la biología como desde la antropología cognitiva.
Sobre la base del marco teórico delineado sostenemos que es posible que las personas con trastornos de memoria por enfermedad neurológica puedan aprender una tarea gracias a las relaciones que pueden establecerse entre las personas y el ambiente. Este ambiente, configurado en función del procesamiento cognitivo del sujeto, establece puentes interactivos con el órgano de pensamiento del sujeto, o sea, su cerebro, de manera tal que podríamos suponer que la mente de la persona supera las barreras craneales y se extiende al ambiente que lo estimula.