La economía fetichista está basada en intercambios donde lo único que sostiene al dinero en sí, es la deuda misma (préstamos bancarios, hipotecas, tarjetas de crédito) y el cuerpo como mercancía/objeto con lo que podría pensarse que lo que intercambia el sujeto no es una mercancía sino su mismo goce como excedente o plus capitalizado.