La trágica inundación provocada por las lluvias del 2 y 3 de abril de 2013 en las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada ha merecido un capítulo especial en cuanto a su consideración y entendimiento, por parte de la comunidad científica, que se ha abocado a la realización de numerosos trabajos y estudios específicos (Ref.1).
En particular el presente trabajo se enmarca dentro de la línea de investigación L1 (Estudios y Diseños Hidrológicos en Áreas Urbanas) de la UIDET Hidrología.
Se trata de estudios aplicados a la variabilidad espacio temporal de las lluvias y al análisis de eventos extremos en la región. Una consecuencia inmediata de sus resultados conduce a la evaluación de sistemas de monitoreo hidrometeorológico en tiempo real y su contribución a los sistemas de alerta temprana (Ref.2 y 3).
Las eventos significativos acontecidos en la región del gran La Plata en 1998, 2002, 2008 y 2013, junto con otros similares observados en localidades pertenecientes a la misma región hidrometeorológica (Ejemplos destacables son: 1995 en Pergamino, 2007 en Gualeguaychú, 1985, 2012 y 2013 en CABA) han abierto la discusión sobre su comportamiento a escala regional y la posibilidad de revisar cuestiones básicas tales como: cómo se ve afectado el régimen de las lluvias, la variabilidad temporal y espacial de la lluvia, los posibles cambios en la frecuencia de tales eventos, etc.
Sin embargo esta observación constituye una revelación a medias toda vez que se analiza un evento de inundación. En este caso el evento de lluvia intensa sucede en un escenario determinado, la ciudad. Para alcanzar una comprensión acabada en tal situación, complejas interrelaciones merecen ser estudiadas, por ejemplo, la evolución que ha experimentado el espacio urbano, la dinámica del crecimiento con desarrollo de infraestructura, todo aquello que permita advertir el mayor grado de vulnerabilidad ante eventos ordinarios.