A partir de la retirada neoliberal de los años 90 en América Latina, el fenómeno del populismo acapara la atención de los cientistas políticos. Entre ellos, ha sido Laclau quien lo ha tratado con mayor profundidad, despegándose de los análisis tradicionales que tienden a devaluarlo como fenómeno político y social. Laclau desarrolla un programa que combina las lógicas de la diferencia y de la equivalencia para la comprensión de lo popular, cuya deriva más significativa es la postulación de la comunidad política como totalidad imposible. La herencia hegeliana quedaría así convenientemente sellada y superada. Sin embargo, estimamos que la lectura de Hegel que hace Laclau incurre en simplificaciones que lo apartan de la posibilidad de enriquecer su propia posición, anclada en un formalismo que lo haría objeto de las críticas que el propio Hegel dirigió al entendimiento formal. En este trabajo se desarrollan los presupuestos que, siguiendo la lectura de Zizek, se encuentran a la base de esas lecturas esquemáticas y prejuiciosas de la dialéctica hegeliana, y se recobran los conceptos de ‘necesidad’ y ‘contingencia’ como elementos ineludibles para la comprensión de los metarelatos que animan nuestra historia.