La llamada "guerra al narcotráfico" iniciada en la administración federal del expresidente de los Estados Unidos Mexicanos Felipe Calderón Hinojosa tuvo repercusiones internacionales en diversos ámbitos, sociales, políticos, financieros, culturales y particularmente comunicacionales.
Fueron los medios masivos de comunicación (MMC) los difusores de la información por todos los rumbos del planeta en torno a la campaña gubernamental desplegada en México para desmantelar las redes del narcotráfico como de divulgar todas aquellas imágenes en torno a las prácticas violentas de las mafias mexicanas, que operan como redes transnacionales, lo cual tiene amplias repercusiones en el extranjero particularmente adverso para la imagen de los mexicanos en el exterior ajenos en lo general a tales actividades ilícitas. En muchos casos dicha imagen negativa es atravesada además por prejuicios y estereotipos locales aplicables a los extranjeros -quienes son vistos como amenaza, sobre todo si se les presenta ligados a carteles de la droga- principalmente en aquellas naciones en los cuales rige un “sistema de dominio étnico o racial” (Van Dijk, 2008). En este escenario Argentina no podía ser la excepción con todo y su tradicional apertura a las migraciones; lugar donde los MMC durante 2008 y años posteriores formaron imágenes estereotipadas de los mexicanos al tratar tendenciosamente ciertos temas noticiosos del momento, imágenes perniciosas particularmente para quienes son residentes, puesto que hay una tendencia social a relacionar a los extranjeros, sobre todo si son inmigrantes, y de países latinoamericanos más, con el crimen, la violencia. Y cuando se presenta a los otros mencionando se a los carteles mexicanos de la droga (del Golfo, de Sinaloa, Z, entre otros) es natural(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)