Uno de los desafíos de la didáctica de las lenguas en el siglo XXI es sin lugar a dudas cultivar convergencias y favorecer las sinergias entre las lenguas que conviven concretamente en las clases con el objetivo de formar eventuales plurilingües. Para tal fin es esencial contar con docentes atentos a la diversidad. Buscaremos en esta comunicación resaltar la necesidad de incorporar enfoques didácticos plurales a la formación docente, que permitan pasar de enseñar lenguas a enseñar en y para la diversidad lingüística y cultural con una concepción basada en la integración y la transferencia. Con este objetivo comenzaremos describiendo los llamados enfoques plurales (Candelier 2007) y las razones por las que deberían ser considerados superadores de los enfoques singulares. La investigación sobre la memoria, la teoría del tratamiento de la información, la psicología del conocimiento y la psicolingüística, que sostienen que los nuevos conocimientos solo pueden instalarse de modo durable en la memoria si pueden integrarse y anclarse en los saberes presentes (Meissnery al. 2004), dan sustento irrefutable a estos nuevos enfoquesentre los que se encuentran la Didáctica Integrada de las lenguas (Roulet 1980; Bourguignon et Dabène 1982; Castellotti 2001; Hufeisen y Neuner 2003), la Intercomprensión entre lenguas (Dabène 1996; Meissnery al. 2004; Doyer 2005), el Enfoque Intercultural (Porcher 1978; Cortier 2007; Varro 2007), el Despertar a las lenguas (Candelier, 2003, 2007). Haremos luego una lectura crítica de los marcos nacionales e internacionales de referencia para la formación docente en el área de lenguas-culturas que nos permitirá reflexionar acerca de la necesidad de instalar el diálogo plurilingüe.