La improvisación en el jazz, en la música popular pero también en la música académica contemporánea se ha definido históricamente en contraposición a la práctica musical tradicional basada en la ejecución-composición de partituras (Blum, 2009). La misma definición de improvisación como una creación en tiempo real o durante la performance (Nettl y Rusell, 1998) da cuenta de cómo hemos construido una idea de cognición musical basada en la oposición entre aquello que imaginamos (creamos) y aquello que luego ponemos en acto (ejecutamos). Estas ideas así como la oposición espontaneo-preparado que solemos observar en las definiciones sobre lo improvisado están fuertemente arraigadas al concepto y son producto de un pensamiento que sostiene como máxima el dualismo o separación entre mente y cuerpo. En este trabajo se reflexiona de manera teórica alrededor de los problemas centrales para la construcción del concepto de improvisación en música. Por un lado se abordan aspectos vinculados a la relación entre la idea de improvisación y la ontología de la música como texto, por otro se indaga en las categorías de preparación y espontaneidad vinculadas a dicha práctica.