Desde el comienzo de La educación del género humano,1 Gotthold Ephrain Lessing (1729-1781) introduce un paralelo entre educación y revelación que es de carácter fundamental para entender su obra. Planteándolas sinónimamente al señalar que la educación es una revelación y la revelación es una educación, afirma que hablamos de educación cuando tenemos en vista al individuo, y de la revelación cuando a todo el género humano (§32). Sin embargo, ni la educación ni la revelación proporcionan algo que el hombre no pueda lograr por sí mismo: su finalidad es agilizar y simplificar el acceso a un conocimiento que la racionalidad humana puede alcanzar por su cuenta (§43). En este trabajo nos proponemos analizar la relevancia de las escrituras en el proceso educativo, y sostenemos que la revelación y las escrituras son de una importancia fundamental para los procesos de educación, ya que la revelación cumple el rol de facilitar el acceso a ciertas verdades que la razón en determinados momentos no puede alcanzar por sí sola, y que necesita de ésta para realizar eficazmente el proceso educativo.