Cada campo de conocimiento cuenta con su propio cuerpo de saberes específicos. A su vez, al considerar al arte un campo de conocimiento más, tendremos particularidades en cada una de sus ramas o manifestaciones. Entrando al mundo de la cerámica nos topamos con la fuerte relevancia que tiene el proceso de elaboración en articulación con aspectos tecnológicos determinados; y a su vez, de ambos con el sentido de la obra. ¿Qué implicancias tienen las transformaciones físicas y químicas intrínsecas de la cerámica en dicha construcción de sentido? Este vínculo indisoluble entre saberes técnicos y creación artística, ¿cómo subsiste ante los constantes cambios en las concepciones sobre el arte? Vemos que desde los propios ceramistas contemporáneos surgen formas nuevas de comprender y abordar el propio quehacer.
Este trabajo surge a partir de estas premisas, relevamos cuatro casos concretos de producciones cerámicas actuales. Dentro de la amplia -y casi inabarcable- cantidad de recursos y posibilidades que brinda la disciplina, lo hemos acotado a un campo tecnológico particular: el de las arcillas coloreadas.
Así, analizaremos obras de cuatro artistas de distintas partes del mundo que construyen a partir de un nutrido cuerpo de saberes específicos. Ellos son Rafa Pérez (España), Cheryl Ann Thomas (Estados Unidos), Hsu Yung-hsu (Taiwán) y Luciano Polverigiani (Argentina).