El modelo nacional y popular, implementado durante la última década, consto de una serie de instrumentos de Políticas Públicas, que emprendieron desde diferentes aristas, la distribución de la riqueza y el empoderamiento de los sectores sociales más vulnerables. El mencionado empoderamiento conto, entre otros, del pilar de los procesos organizativos entre pares, entendiendo que la visualización y el poder de reconocimiento y de negociación seria diferente, desde lo colectivo, que desde lo individual. Y la creación del “poder simbólico” que genera el pertenecer a un colectivo identitario.
El presente trabajo busca problematizar las principales ventajas de los procesos organizativos, preferentemente los impulsados y motivados, en los últimos años a través de la implementación de las Políticas Públicas, destinadas a la producción en el sector agropecuario. Y dentro de este, al compuesto por la agricultura familiar, específicamente por los horticultores familiares del gran La Plata. Para esto se toma a través de la experiencia de acompañamiento técnico, la obtención común de la maquinaria agrícola, por parte de un grupo de familias dedicadas a la producción hortícola, como principal fuente de ingreso. Encontrando y rescatando principales condicionantes, estrategias de superación y definición de nuevas metas comunes, como resultado del empoderamiento organizativo.