¿Puede el aula ser un acontecimiento? Los diagramas que Rudolf Steiner dibujó en los pizarrones para dar sus clases de antroposofía, son registro de una situación pedagógica en la que es posible pensar lo imposible. La cualidad diagramática de estos íconos como germen/caos que agujerea el saber y la performance que supone diseñarlos con tizas en el contexto de la clase, configuran un acontecimiento en tanto implosionan desde el qué y el cómo se dice, el discurso del saber académico, haciendo vívida y tangible una conexión inaudita y revolucionaria entre educación, arte, pensamiento, libertad.