El presente trabajo de investigación parte de la existencia de una prueba estandarizada y obligatoria para todos los estudiantes de último año de secundaria en Colombia denominada SABER 11°, la cual es usada para medir la calidad de la educación en el país. En este sentido, los resultados de dicha prueba cobran relevancia para los diferentes actores del proceso educativo: Ministerio de Educación, directivas de los colegios, docentes y estudiantes.
Con este trabajo se buscó analizar cómo la existencia de una prueba estandarizada con altas implicaciones para los actores educativos se articula con el proceso formativo y de qué modos puede llegar a direccionarlo. El análisis se centra en el área de matemáticas.
Desde el Ministerio de Educación se trazan las políticas alineadas a la Prueba SABER 11°, las instituciones educativas materializan dichas políticas con el planteamiento de sus proyectos educativos y sus mallas curriculares, pero es finalmente el docente quien toma ciertas decisiones de pedagógicas en el aula para enseñar los contenidos matemáticos.
En ese sentido, se quiso explorar cómo la prueba nacional de logros académicos podría estar incidiendo en la educación que se brinda en las aulas; para esto se trabajó por medio de un abordaje cualitativo usando el estudio de caso. Con esta metodología se buscó comprender el fenómeno en profundidad, tomando el caso de una escuela secundaria en Bucaramanga, Colombia.