Durante el período 1982-1989 las letras de rock-pop argentino intentaron deconstruir los postulados sobre los que se basaba la cultura rock desde sus inicios. De este modo, se cultivó una representación directa y una iniciativa política sobre lo social desde una instancia discursiva de entretenimiento o diversión. Por esto mismo, la ponencia reflexiona sobre la temática de la diversión y la ironía de lo cotidiano como respuesta y reacción contra el pasado represivo y tradicionalista.
Las nociones y las puestas en ejercicio del baile acompañaron de un modo significativo los cambios de sensibilidad que tuvieron lugar en la sociedad post-Malvinas y ampararon momentos de participación y/o demandas populares. El advenimiento democrático reconfiguró el espacio que el rock argentino tenía en la cultura oficial del país y resignificó las prácticas y las experiencias de sus seguidores.
A partir de ello, desde lo social, se abrieron dos frentes notables que propusieron tácticas y estrategias enunciativas distintivas en las líricas y se vincularon con una situación bailable y contracultural: se postulaba a la corporalidad como lugar de dominio libertario, y se buscaba un tenor irónico y parodiado en el ámbito cotidiano.