En el 2014 se sancionó la Ley Nº 26.688 de Producción Pública de Medicamentos que tuvo como objetivo promover la fabricación de remedios en establecimientos públicos locales y declaró de "interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de medicamentos, vacunas y productos médicos. Este marco normativo y el grupo de profesionales que se movilizó a su favor reactivaron ideas y tradiciones previas en al menos dos experiencias pasadas: la creación en 1947 de la Empresa de Medicamentos del Estado Argentino (EMESTA) bajo la gestión del primer ministro de salud pública Ramón Carrillo (1946-1954) y la Ley de Medicamentos Nº 16.462 y Nº 16.463 en 1964, impulsada por el ministro de Salud y Asistencia Social Arturo Oñativia, durante la presidencia de Umberto Illia (1962- 1965), orientada a fijar políticas de control a la producción, comercialización e importación para las empresas farmacéuticas.
El objetivo de este trabajo es comparar estas tres iniciativas estatales en materia de regulación política de la producción y/o comercialización de medicamentos, sueros y vacunas que existieron en la Argentina durante la segunda mitad del siglo XX, caracterizando las continuidades y rupturas entre sus contextos políticos y sociales de generación, los debates públicos suscitados, las ideologías de la salud movilizadas, el estado de las capacidades científico tecnológicas locales disponibles en cada momento, los principales actores involucrados, sus intereses en juego, sus diferenciales de poder y los conflictos resultantes.