La presente investigación analiza la configuración del circuito de rock platense durante el período 2013- 2018. La premisa que guía esta tesis sostiene que el circuito de rock platense del que participan músicos, periodistas, cronistas, gestores culturales y agentes estatales se estructura y organiza a partir de consensos, tensiones y disputas que se dan entre estos actores por definir las características, los sentidos y los límites del mismo. En este sentido, así como identificamos formas de colaboración y espacios compartidos, afirmamos que en momentos específicos se activan tensiones situadas en torno a diversos aspectos como la tradición del rock platense, el estilo musical, la música de la ciudad y las relaciones del rock con la política estatal, entre otros, iluminando procesos de búsqueda de reconocimiento y de legitimación y, por lo tanto, también de jerarquización dentro -e incluso exclusión de- el circuito de rock. Hemos rastreado estas dinámicas objetivando los espacios y los tiempos en los que se despliega este circuito así como siguiendo los trayectos y las trayectorias de los participantes que lo habitan y que con sus desplazamientos lo reproducen y lo transforman. La investigación se desarrolló en base a una estrategia metodológica de tipo cualitativa, utilizando diversas herramientas de producción de datos como entrevista, observación participante, cartografía, sombreo, y relevamiento y análisis de fuentes primarias y secundarias. Por medio de estas herramientas mostramos la construcción de la tradición del rock platense y las disputas que se daban en torno a la misma, cartografiamos los espacios (manchas y pedazos) que forman parte del circuito, reconstruimos la diversidad de trayectos que coexisten en él y analizamos las variadas relaciones de los participantes con las políticas culturales. De este modo, todas estas dimensiones constitutivas del circuito nos muestran que el “rocanrol” es mucho más que el show.