El tema es agudizado en tanto busca conocer cómo es la experiencia de cada mujer que elige ser docente, en relación a la condición histórica que se le atribuye; cómo se manifiesta ese mandato de mujer como “ser para otros” en sus prácticas cotidianas y qué tensiones les presenta, qué sentidos construyen alrededor de los discursos que impregnan tanto el hecho de ser mujer como el proceso de feminización de la docencia y cómo desarrollan su situación vital en el marco de tales discursos.
Dentro de este gran campo que conforman los estudios de género, esta investigación está vinculada a mujeres docentes. Si bien se registran grandes avances en los estudios de género y educación, es posible encontrar cierto “olvido” de esta temática: si bien existen conquistas y luchas de mujeres, al mismo tiempo que se han producido investigaciones muy notables en el campo, no se ha saldado la crítica a la supuesta identidad femenina, que impregna nuestras vidas en general y la docencia en magisterio en particular. Actualmente, luego de un largo tiempo, avances, rupturas, cambios, la docencia en magisterio aún continúa siendo un ámbito predominantemente femenino: ¿casualidad, costumbre, persistencia de un mandato incontestable? No lo sé. Es por ello que creo necesario revisar este proceso, pero ya no sólo como un hecho histórico, sino fundamentalmente como un hecho que es vivido por mujeres docentes, presentes en un aquí y ahora, cuyas voces hablarán desde la experiencia, la identidad y los sentidos que ellas mismas construyen día a día en su devenir docente.