La combustión es una de las reacciones más ampliamente estudiadas durante el trayecto escolar de los estudiantes primarios y secundarios. En lo que respecta a la enseñanza y el aprendizaje de esta temática, se considerará la propuesta de Johnstone y sus reformulaciones acerca de los tres niveles de pensamiento (macroscópico, submicroscópico y simbólico) que se requieren para saber Química. Los objetivos del trabajo son registrar los niveles de representación de estudiantes respecto de la combustión a través de diferentes lenguajes e identificar posibles obstáculos relacionados al aprendizaje de la combustión. Se efectuó una encuesta a estudiantes de tres años distintos de educación secundaria. En la misma, se indagó acerca de factores macroscópicos (rol del combustible, rol del comburente, factores energéticos) y submicroscópico-simbólicos (representación del gas contenido en un frasco, simbolización del proceso). Se observa que los estudiantes logran en su gran mayoría identificar el rol de los reactivos (combustible y comburente), no así los factores energéticos. Aproximadamente la mitad logra representar gráficamente las sustancias implicadas y un poco menos de la mitad logra representar formalmente a través de fórmulas y/o nombres de sustancias. Aparentemente existe una correlación entre la utilización del lenguaje simbólico y la comprensión macroscópica del proceso.