El presente trabajo pretende caracterizar, exploratoriamente, la relación entre capital y trabajo a partir de observar los cambios dados en el territorio, especialmente en un contexto de fragmentación de la producción y división internacional del trabajo, aún vigente, pero reconfigurada a partir de los procesos de globalización.
Si entender el funcionamiento del territorio exige captar el movimiento (Gómez Lende, 2015), resulta relevante identificar ciertos procesos de circulación de mercancías, capitales y personas que actúan “valorizando desigualmente las áreas de cada país e imprimiendo fluidez al desplazamiento de los factores esenciales de la economía globalizada” (Ibid; pp. 2) En la fluidez de la circulación tienen un rol muy relevante las redes de transporte y el acceso privilegiado que tiene a éstas el sector privado con apoyo estatal. Además, en la configuración capitaltrabajo- territorio adquieren especial importancia los nuevos capitales transnacionales, que se instalan localmente y que a nivel mundial son líderes en áreas industriales, financieras o comerciales.
La globalización ha impulsado un “uso moderno del territorio”, lo que a nivel estatal y empresarial ha tenido expresiones diversas, impulsando planes estratégicos locales, reestructuraciones empresariales en relación a las formas organizativas o a la jerarquización de las áreas productivas preexistentes y creación de otras nuevas.
A partir del desarrollo de estos antecedentes, proponemos explorar lo que ocurre específicamente en el sector automotriz instalado en la zona de Zárate y Campana y en el sector aceitero, ubicado en la provincia de Santa Fe.