Este trabajo estudia un transcurrir de la escritura en aulas de una escuela argentina, primaria y pública, de enfoque constructivista. Lo hace desde la retórica, la narrativa y la temática, contempla aspectos gramaticales, lingüísticos y semióticos. Propone la Crítica Genética como perspectiva de análisis, para posicionar al estudiante como autor y demostrar que las prácticas de escritura individuales se ven determinadas por condiciones didácticas que promueven espacios de entrecruzamiento entre la lectura y el mundo sígnico personal e interpersonal de los estudiantes, que estimulan la verbalización del lenguaje interior y que favorecen el acceso a las convenciones.
El principio geneticista que rige la estrategia seleccionada está interesado en explicar las motivaciones que llevan al autor a tomar decisiones de diferentes órdenes, en relación con el contenido de lo que escribió, con la manera en que lo escribió o con las modificaciones que hizo sobre lo que escribió. La investigación supone que los modos de leer median la escritura y que las tramas con las que se interactúa van conformando un abanico infinito de posibilidades que dan lugar a otras historias, cuando entran en juego conceptualizaciones adquiridas desde los recorridos literarios personales y grupales previos a esta escena, como también desde las historias de vida de cada sujeto y de los otros de su entorno.
Un paradigma no prescriptivo permite reconstruir y ahondar en el proceso escriturario con el propósito de rastrear huellas de la lectura sobre la escritura, como así también describir e interpretar estrategias que son intrínsecas a la escritura, aquellas que exceden lo que puede observarse en el producto final y que comprenden idas y vueltas entre lo que el sujeto leyó, lo que pensó, lo que escribió y decidió poner a consideración de otros e, incluso, lo que omitió.