La enfermedad de Chagas es uno de los problemas de salud pública más grave de América Latina. Afecta principalmente a las poblaciones semirurales y rurales del continente y la Organización Mundial de la Salud estima que entre 16 y 18 millones de personas presentan serología positiva y que existen aproximadamente 90 millones de personas que viven en situación de alto riesgo de contraer la enfermedad (WHO, 1991). Por su parte, en Argentina, oficialmente se estima que existen alrededor de 2,3 millones de personas infectadas -aunque los investigadores de campo sospechan que esta cantidad es aún mayor (Storino et al., 2003)-, de las cuales aproximadamente 700.000 presentan cardiopatía desarrollada (Storino y Milei, 1994).