En este trabajo intentaremos analizar un aspecto, que ha sido abordado por la historiografía que tradicionalmente se ha ocupado de estas cuestiones, casi como una cuestión de sentido común, y es la militarización de la policía durante el siglo XIX, y particularmente en el período de Rosas. Cuando decimos bibliografía tradicional hacemos referencia fundamentalmente a un texto que podríamos denominar un clásico de referencia obligada, para cualquiera que intente abordar estas cuestiones: la Historia de la Policía Federal Argentina, escrita por el Comisario Inspector Francisco Romay, que consta de varios tomos y fue publicada por primera vez en 1963 por la Biblioteca Policial. Esta obra, al igual que la de Adolfo Rodríguez, reconstruye la historia de las actividades de carácter policial, aunque ellos prefieran emplear la denominación de Policía Federal Argentina, en un extenso período que abarca varios siglos, más allá de que ambos se centran fundamentalmente en los siglos XIX y XX. Estos trabajos nacen de la necesidad de la fuerza de legitimarse, buscando en su pasado remoto, el brillo y la gloria, opacados en el presente por su participación en las dictaduras militares. También se expresa en estos trabajos una voluntad manifiesta por recopilar, documentar y ordenar cronológicamente, todos los acontecimientos que desde los inicios de la colonización española en el Río de la Plata, condujeron al desarrollo de la actividad policial en lo que muchos siglos después se constituirá en el territorio nacional. Son los policías historiadores los que ven en la estructura organizacional de neto corte castrense, una fuerza militarizada desde sus orígenes. Militarización, por cierto, que es una realidad con la que conviven en el período en que elaboran sus trabajos; militarización con la que aún hoy, dos siglos después, las policías de todo el país aún deben convivir.